lunes, 9 de mayo de 2011

Es definitivo que el tiempo no marca la cantidad de amor que se llegas a sentir por alguien, o el dolor que puede eso causar cuando las cosas se acaban.. o cuando piensas que así es! Nunca he sido de expresar mucho, siempre he sentido que el silencio es lo que mejor se puede hacer.

El hecho de vivir en un mundo en el que solo alcanzo yo y alguien mas a veces no es suficiente, al menos no fue suficiente en esta historia , donde el silencio fue el peor error, donde el no expresar se convirtió no en un escudo como siempre lo fue... sino en esa "arma" que literal mente me mato. Ahora me quedo nadando en la impotencia de no saber que mas decir, cuando el error fue que no decía nada.

Cada minuto en silencio es como una bofetada en seco, eso que te paraliza, estoy escribiendo porque al menos siento que vivo cuando veo cruzar las letras formando palabras, me estoy entumiendo, los ojos ya no lloran, los labios no susurran un perdón, las palabras se me limitaron y los pensamiento por el contrario no paran de crecer, el arrepentimiento me golpea en cada palpito, la cabeza me da vueltas, el cuerpo esta ahí pero no reacciona.

Por primera vez, abrirme en pensamientos y demás fue demasiado tarde, y lo peor ese sentimiento de saber que cometiste el error y que eso hirió a alguien? no se si la palabra herir es la correcta... tal vez decepcionar, o limitar, o apagar; si cualquiera de esas le puede funcionar a lo que puedes estar sintiendo. Y lo cual imagino porque no puedo saber que se lo que pasa.

Al fin y al cabo en un mundo donde la marca social es "parte de" también aquí jugo un papel importante como toda historia que se desarrolla al pendiente de los demás, que mas da si son en pro o en contra de, están ahí; marcan una puta, causan presión, se crean especulaciones como en un juego barato de apuestas ilegales donde por el frente te sonríen y te apoyan y luego ponen el dinero en contra porque seria lo ideal para seguir con sus vidas competitivas.... como si el amor fuera un juego, como si el amarte fue o es una competencia contra los retractores, como te estuche decirles.

Termine siendo uno al fin y al cabo; yo y mi maldito silencio, o mejor yo y mi falta de razón y malicia... y si yo y mi necesidad femenina de creer que los cuentos de hadas existen. Aunque mi príncipe azul (que cursi y tonta me senti al escribir esto pero bueno) si aparecio, pero la historia aun y espero que sea AUN no tiene un final feliz, y aunque esta eso de que "de los errores se aprende" me parece patético plantar mi esperanza en eso, y aunque me gana la impotencia prefiero y quiero desesperadamente creer que mi error lo unico que va a provocar es un enojo furtivo, un resentimiento marcado, un cambio en mi... y obvio un final feliz en mi cuento!

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